viernes, 16 de noviembre de 2012

La mejor manera de robar un banco es dirigirlo

El título de este texto se basa en el de un libro de William Black del año 2005: The Best Way to Rob a Bank Is to Own One ("La mejor manera de robar un banco es ser su dueño"). 

Black lo eligió porque se trata de una frase literal pronunciada por un regulador bancario norteamericano. Creo, sin embargo, que mi título capta mejor el sentido de los planteamientos de Black. 

Da a entender que la estrategia del dirigente de un banco puede consistir en transferir los activos del mismo a su propio patrimonio. Y que él es quien está en mejores condiciones para hacer eso, es decir, robarlo. 

Una vista parcial del libro citado puede conseguirse a través de Google Books. Otros trabajos de Black pueden encontrarse también en Internet. Los diversos informes y declaraciones realizados tras la crisis de 2008 tienen especial actualidad. 

William Black - The Best Way to Rob a Bank Is to Own One


- contabilidad creativa
- connivencia de diversos órganos de control externo
- esquema de Ponzi.
- desregulación



a) El arma principal que utiliza el fraude de control es la contabilidad “creativa”. El objetivo de la misma es ofrecer una imagen muy rentable de una empresa que, en realidad, es insolvente. La contabilidad creativa puede hacer maravillas, como presentar los préstamos incobrables como activos enormemente valiosos. Lo veremos más adelante en un ejemplo práctico. También puede hacer que la adquisición de una empresa insolvente aumente los activos de la empresa compradora (cuando, en realidad, incrementa su pasivo). Puede incluso presentar como pérdidas a efectos fiscales lo que aparecen como ganancias a efectos de la marcha de la empresa. Es una capacidad realmente milagrosa. Black utiliza una metáfora que visualiza el poder mágico de la contabilidad de forma muy plástica: las operaciones que se realizan para generar estos efectos tienen muchas veces la forma de “te compro tu vaca muerta si tú me compras la mía”. La contabilidad consigue que las vacas muertas resuciten. Lo que era un cadáver en manos del vendedor se convierte en una vaca vivita y coleando en manos de quien la compra por la magia de la contabilidad. Los mecanismos por medio de los cuales se pueden realizar estos milagros son bastante complejos. Pero Black los explica con la mayor claridad con que es posible hacerlo, dada la dificultad del tema para los legos.

b) El fraude de control necesita la connivencia de diversos órganos de control externo. Las auditoras son los más importantes. Los tasadores de inmuebles o las agencias de rating pueden ser fundamentales en otros casos. Black pone de manifiesto la connivencia generalizada de las empresas de auditoría en los casos de fraude de control. Eso no significa necesariamente complicidad consciente en el delito. La actitud complaciente ante sus clientes es la razón más frecuente de la connivencia. Eso es así especialmente con los buenos clientes. Una actitud demasiado exigente puede tener como consecuencia que los pierdan. Las auditoras pueden, además, ampararse en las decisiones de otros órganos de control. Ése es el caso de las valoraciones infladas de inmuebles avaladas por tasadores. Las auditoras pueden remitirse a esas evaluaciones para eludir la responsabilidad. Es muy frecuente que unos órganos de control se remitan a otros volatilizándose así la responsabilidad de cada uno de ellos.

c) El fraude de control conlleva generalmente alguna forma de esquema de Ponzi. Ponzi atraía inversores prometiéndoles grandes beneficios y pagaba los intereses de los inversores más antiguos con las aportaciones de los nuevos incautos. Es lo que hacía también Bernard Madoff. Las famosas pirámides, que han servido para estafar a tanta gente, serían asimismo un ejemplo de esquema de Ponzi.

d) La desregulación genera un ambiente que propicia este tipo de fraude, fomentando un entorno “criminógeno”. Eso ha quedado especialmente claro en el caso de la desregulación financiera. Además, la disminución de los medios a disposición de las agencias reguladoras potencia los efectos de la desregulación. El presupuesto, la tecnología, los sueldos pagados a los funcionarios de las agencias, etc. han disminuido radicalmente desde la era Reagan. Las normas sobrevivientes a la desregulación ni siquiera pueden ser aplicadas adecuadamente. Los medios para comprobar su cumplimiento son insuficientes. La inaplicación de las escasas normas se acentúa aún más en situaciones de crisis. La tolerancia se utiliza como un presunto medio para propiciar la recuperación económica. Pero eso no hace sino aumentar aún más el carácter criminógeno del ambiente. Se da así un nuevo impulso al fraude.

 Texto completo: - mientrastanto.org
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