miércoles, 20 de febrero de 2013

La Guerra Civil Española - Julian Casanova

  
Julian Casanova

Solo en España hubo guerra civil




Hombres y mujeres de una de las milicias organizadas en la zona republicana, tras la sublevación militar de julio de 1936. 
Foto: Keystone | Getty Images


En los primeros meses de 1936, la sociedad española estaba muy fragmentada, con la convivencia bastante deteriorada, y como pasaba en todos los países europeos, posiblemente con la excepción de Reino Unido, el rechazo de la democracia liberal a favor del autoritarismo avanzaba a pasos agigantados. 

Nada de eso conducía necesariamente a una guerra civil. Esta empezó porque una sublevación militar contra la República quebró la capacidad del Estado y del Gobierno republicanos para mantener el orden. 

La división del Ejército y de las fuerzas de seguridad impidió el triunfo de la rebelión, el logro de su principal objetivo: hacerse rápidamente con el poder. 

Pero al minar decisivamente la capacidad del Gobierno para mantener el orden, ese golpe de Estado dio paso a la violencia abierta, sin precedentes, de los grupos que lo apoyaron y de los que se oponían. Era julio de 1936 y así comenzó la Guerra Civil española.

La Guerra Civil española no fue la crónica anunciada de una frustración secular que, necesariamente, tenía que acabar en una explosión de violencia colectiva. La historia de España no discurrió en esos años al margen de la europea, no fue ajena a las transformaciones sociales, económicas, políticas y culturales vividas en el resto del continente. 

Casi ningún país europeo resolvió entonces sus conflictos por la vía pacífica.
Entre 1910 y 1931 surgieron en Europa varias repúblicas, regímenes democráticos, o con aspiraciones democráticas, que sustituyeron a monarquías hereditarias establecidas en esos países secularmente. 

La mayoría de ellas, y algunas muy significativas como la alemana, la austriaca y la checa, se habían instaurado como consecuencia de la derrota en la I Guerra Mundial. La serie había comenzado en Portugal, con el derrocamiento de la monarquía en 1910, y la española fue la última en proclamarse. 

La única que subsistió como democracia en esos años hasta el estallido de la II Guerra Mundial, fue la de Irlanda, creada en 1922. Todas las demás fueron derribadas por sublevaciones militares contrarrevolucionarias, movimientos 

autoritarios o fascistas. Pero el golpe militar de julio de 1936 fue el único que causó una guerra civil. Y esa es la diferencia que conviene explicar: por qué hubo una guerra civil en España.

La sociedad española de 1936 no era la misma que aceptó pasivamente la dictadura de Primo de Rivera en 1923
Habrá que comenzar por una afirmación obvia. Sin la sublevación militar de julio de 1936, no habría habido una guerra civil. Vista la historia de Europa de esos años, y la de las otras Repúblicas que no pudieron mantenerse como regímenes democráticos, lo normal es que la República española tampoco hubiera podido sobrevivir. Pero eso no lo sabremos nunca porque la sublevación militar tuvo la peculiaridad de provocar una fractura dentro del ejército y de las fuerzas de seguridad. Y al hacerlo, abrió la posibilidad de que diferentes grupos armados compitieran por mantener el poder o por conquistarlo. 

La Guerra Civil se produjo porque el golpe de Estado militar no consiguió de entrada su objetivo fundamental, apoderarse del poder y derribar al régimen republicano, y porque, al contrario de lo que ocurrió con otras repúblicas del periodo, hubo una resistencia importante y amplia, militar y civil, frente al intento de imponer un sistema autoritario. Sin esa combinación de golpe de Estado, división de las fuerzas armadas y resistencia, nunca se habría producido una guerra civil.


¿Por qué hubo una guerra civil en España?: 75 Años de la Sublevación Militar en EL PAÍS

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