viernes, 13 de junio de 2014

Asalto a la República - Niceto Alcala-Zamora

«Me acerco a la lucha sin optimismos ilusos, previendo magnas dificultades, esperando amarguras e injusticias, viendo desatinos, mortales y suicidas, por todos lados, por todos casi sin excepción. 

Me queda la tranquilidad de cumplir con mi deber y de hacer cuanto puedo, que naturalmente no alcanza a curar milagrosamente contra su propia furia epiléptica, a un país enfermo crónico secular y gravísimo, del mal horrendo de la guerra civil, al cual le dieron aquellos insensatos meteoros del fugaz y funesto Partido Radical-Socialista, una Constitución de guerra civil, que dejó pasar Azaña; que la agravó en unión de Prieto con una Ley Electoral favorecedora de esa guerra civil, al limitar las posibilidades de la victoria a dos tendencias extremas, otra vez de guerra civil, obsesionados por la idea del aplastamiento y exterminio de los adversarios, sin pensar, o sin detenerse [a considerar], que ese aniquilamiento puede ser el de la República y el de España, con destinos inseparables». 
                                                     15 de febrero de 1936 



«Es éste un texto imprescindible, y en muchos sentidos dramático: son las anotaciones políticas y personales que a diario, entre enero y abril de 1936, fue haciendo el jefe del Estado español, el presidente de la Segunda República, D. Niceto Alcalá-Zamora (1877-1949), al hilo de la gravísima crisis que el país vivía en ese momento -una de las crisis, como es sabido, más graves y trágicas de la historia española-, que conllevó, entre otros episodios, la destitución el 7 de abril de 1936 del propio Alcalá-Zamora de la Presidencia de la República, a su vez uno de los acontecimientos más estupefacientes y controvertidos, y sin duda más negativos, de la historia del régimen republicano».
                                                    Juan Pablo Fusi 



No hay comentarios:

Publicar un comentario