viernes, 28 de diciembre de 2012

Vigo - El día que se fusiló a la cúpula socialista


Emilio Martínez Garrido







 La madrugada del 27 de agosto de 1936, y tras dos juicios sumarísimos celebrados en cinco días, fue ejecutada contra una tapia de Pereiró la dirección del socialismo vigués, entre ellos el alcalde Martínez Garrido y Heraclio Botana

 JAVIER MOSQUERA -  Faro de Vigo

La madrugada del 27 de agosto de 1936, hace 75 años, fueron fusilados contra la tapia del cementerio de Pereiró varios de los principales dirigentes socialistas locales, entre ellos el alcalde Emilio Martínez Garrido y Heraclio Botana, "el Pablo Iglesias de Vigo".
Incursos en la causa sumarial 142/36 y en la que estaban también incluidos Waldo Gil Santostegui, Ramón González Brunet, Apolinar Torres, Ignacio Seoane, Pastor Rodríguez y Manuel Rey, sin relación con los anteriores, fueron juzgados el 22 de agosto por un tribunal militar "que en un par de horas emitió un veredicto decidido ya con antelación, condenando a todos los reos a muerte, excepto a Pastor Rodríguez.
Señala Abad Gallego en su libro "Cen personaxes en torno a unha guerra" que "en plena madrugada del 27 de agosto, cuando aún las sombras de la noche envolvían todo el Val do Fragoso," los reos fueron despertados para ser informados de que en tres horas iban a ser ejecutados "y que se fueran preparando para el siniestro tránsito". 


Fue entonces cuando Martínez Garrido pidió ver a su hija más pequeña, Fina, su única descendiente directa viva, que a pesar de tener entonces sólo cuatro años, lo recuerda perfectamente:"Le iba a visitar a la cárcel en la calle del Príncipe, lo que hoy es el MARCO, donde también estaba preso su hijo Fernando, y me dejaban entrar porque era muy pequeña. Una mañana muy temprano me dijeron que quería verme. Llegué y me estaba esperando en la capilla de La Purísima, que ocupaba la planta superior de la prisión. Se abrazó a mi y yo no sabía lo que pasaba, hasta que de mala manera lo separaron para llevarlo a la tapia del cementerio".


Los reos fueron conducidos en un autobús de línea desde las instalaciones militares del castillo del Castro, donde estaban recluidos unos y fueron trasladados otros desde las celdas de la calle del Príncipe, hasta el apartado cementerio de Pereiró.
Allí y contra el muro "con las primeras luces del día, unas descargas de fusilería acabarían con la vida de los compañeros de lucha política, cuyos únicos delitos fueron toda una vida de entrega a sus ideales, que no eran más que la defensa de los intereses de las clases más desfavorecidas." 


Fue el propio personal de la funeraria de Martínez Garrido el que se encargó de recoger el cadáver, amortajarlo y darle sepultura en el nicho de la familia que, fallecida su esposa, sería sellado a perpetuidad.


Se cuenta que Botana "en el último momento, con gran entereza y frente a los cañones de los fusiles que apuntaban a su pecho, dijo a los ejecutores: guardad la actas de nuestro proceso, algún día será revisado y el mundo entero conocerá el crimen que con nosotros se comete".


Los Bilbatúa y Antela Conde
Dentro de otro sumario numerado como 140/36, fueron detenidos Antonino y Demetrio Bilbatúa y José Antela Conde.
Juzgados el 22 de agosto, unas horas antes que los incursos en el sumario anterior, fueron acusados, según relata Abad Gallego, de ser "los verdaderos apóstoles de la antipatria que trata de destruir a la civilización cristiana occidental por la dictadura del proletariado y del comunismo de origen asiático, mongólico, de los primitivos tiempos bárbaros de aquél continente"...


Conducidos "por fuerzas de Seguridad y Carabineros al mando de un oficial del cuerpo de seguridad, fueron trasladados desde el cuartel del Castro hasta el paredón de Pereiró, donde fueron ejecutados con los demás compañeros de partido".


Cuenta Abad Gallego que "mientras los tres hermanos Bilbatúa estaban en la cárcel, su hermana Margarita solía llevarles comida y ánimos". "Y lo siguió haciendo tras la ejecución de Antonino y Demetrio con su hermanio Luis". El 15 de septiembre, cuando acudió como siempre con su tartera con la comida, "fue informada por un guardia de que llegaba tarde, pues su hermano había sido sacado de la cárcel esa misma noche. Margarita perdió los nervios y empujó al guardia hasta hacerlo caer por las escaleras". Tras vivir oculta una temporada logró cruzar la frontera francesa y exilarse, llegando a Méjico, donde se reencontró con su cuñada y su sobrino, que habían huido antes.


La "Asociación Viguesa Pola Memoria do 36" considera que son en total 740 los represaliados enterrados en el cementerio de Pereiró, de ahí su deseo en convertirlo en un Lugar da Memoria, con una placa recordatoria en la entrada principal de la necrópolis. Placa que se pretendió instalar en octubre de 2009 y que permanece en poder de los responsables de la asociación en espera de la ocasión para hacerlo.


El día que se fusiló a la cúpula socialista - Faro de Vigo

IMAGENES:
http://vitimas.nomesevoces.net/gl/ficha/1384/ 

http://www.culturagalega.org/noticia.php?id=13443 

BIOGRAFIA
http://es.wikipedia.org/wiki/Emilio_Mart%C3%ADnez_Garrido

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