jueves, 19 de mayo de 2011

Pederastia



La Iglesia de EE UU culpa de los abusos a la revolución sexual


Ni la homosexualidad, ni la pederastia, ni el celibato, ni la prohibición de que las mujeres lleven los hábitos. Un estudio oficial encargado por la Conferencia Episcopal norteamericana y publicado ayer acusa a la llamada revolución sexual de los años sesenta y setenta, y su efecto entre unos curas poco preparados para ella, de la lacra de abusos y violaciones a niños en parroquias y colegios católicos norteamericanos.
Una víctima clama: "Trasladaban al depredador para que siguiera abusando"
El informe, encargado en 2006, ha costado 1,8 millones de dólares (1,26 millones de euros), pagados en su mayoría por la Conferencia Episcopal y organizaciones católicas y en una menor parte por el Gobierno, a través del departamento de Justicia.
"El aumento de los casos de abuso entre los años sesenta y setenta lo influenciaron factores de la sociedad en general", se asegura en el informe, elaborado por el Colegio de Justicia Criminal John Jay de la City University de Nueva York. "Otros factores que se mantuvieron invariables a lo largo del periodo de tiempo analizado, como el celibato, no son responsables del incremento o el decrecimiento de casos de abuso en ese espacio de tiempo".
Durante décadas, el clero en EE UU se ha escudado a veces en el hecho de que había sido infiltrado por homosexuales y pederastas. El estudio también rechaza esa tesis: "La conclusión más significativa de esta información es que no hay un rasgo psicológico, de desarrollo o de comportamiento, que diferencie a los curas que abusaron de menores de los que no lo hicieron".
Las agrupaciones de víctimas se sentían ayer indignadas. "No puedo creer que acusen a la revolución sexual de que a mí me violara un cura en 1969", asegura a este diario Barbara Blaine, que en 1988 fundó la Red de Supervivientes de Abusos por parte del Clero. "Si hay alguien a quien culpar es a las diócesis y a los obispos, que sabían de esos depredadores y los destinaban a otros colegios, para que siguieran abusando. Nunca, durante esos años, les llevaron a la policía o a los tribunales. Ese estudio del John Jay College ha sido elaborado con información que han autorizado los obispos. A los investigadores no se les dio la autoridad legal para entrevistar a los curas abusadores. Por eso ha llegado a ese tipo de conclusiones ridículas. Es un informe pagado por los obispos, con información de los obispos, que llega a las conclusiones que quieren los obispos".
continua:


http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Iglesia/EE/UU/culpa/abusos/revolucion/sexual/elpepisoc/20110519elpepisoc_4/Tes

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