martes, 22 de noviembre de 2011

Los españoles que liberaron París - "La nueve"









El libro, escrito por Evelyn Mesquida, cuenta la historia de estos hombres y los rehabilita reivindicando su memoria.
Para nosotros, incluida ella, quizás sea tarde, pero para ellos el tiempo solo dignifica la humildad y la valentía
en la convicción de sus hechos.

Muchos de esos supervivientes de La Nueve que conoció Evelyn, fueron no solo los protagonistas de la liberación de París, sino que también estuvieron en el asalto final al cuartel general de Hitler en Alemania,
conocido como "el nido del águila", en Berchstengaden.
Ellos siempre creyeron que, una vez derrotados Hitler y Mussolini, el siguiente paso era acabar con Franco.
La decepción de esos hombres fue enorme al comprobar cómo los aliados protegieron la dictadura franquista, ya que por aquel entonces empezaba la tensión con el bloque comunista y comenzaba "la guerra fría".
Fue el último regalo que los aliados nos hicieron, después de haberse lavado las manos, mirando para otro lado
durante la guerra civil española, viendo la intervención y ayuda militar que Hitler y Mussolini proporcionaron a Franco para derrotar al gobierno legítimo de la II República.


http://elfrancotiradormiope.blogspot.com/2011/08/los-nueve-de-la-nueve_23.html


- Documental:
Alberto Marquardt presenta "La Nueve o los olvidados de La Victoria"


http://www.filmaffinity.com/es/film308137.html


El nombre de "La Nueve" fue asignado popularmente a la 9ª Compañía de la 2ª División Blindada de la Francia Libre, (ésta conocida también como la División Leclerc). Se trató de una compañía bastante destacada al estar formada casi íntegramente por unos 150 republicanos españoles bajo mando francés, aunque en la División Leclerc también estaban enrolados y dispersos otros soldados de origen español en diversas compañías.


http://es.wikipedia.org/wiki/La_Nueve


http://www.diariovasco.com/agencias/20100224/mas-actualidad/cultura/alberto-marquardt-presenta-la-nueve_201002241911.html




La «Nueve» ou les oubliés de la Victoire


http://philippepoisson-hotmail.com.over-blog.com/article-la-nueve-ou-les-oublies-de-la-victoire-55657567.html


Un documentaire écrit et réalisé par Alberto Marquardt
Une coproduction Point du Jour/France Télévisions




http://midi-pyrenees.france3.fr/documentaires/index.php?page=article&numsite=5891&id_rubrique=5948&id_article=14936




http://www.youtube.com/watch?v=7bH3FvWloLA&feature=related






El 25 de agosto de 1944, después de tres años sumida en la oscuridad por la negra sombra del nazismo, París recuperaba su condición de ciudad de la luz. La IX Compañía de la 2ª División Blindada Leclerc, dirigida por el capitán Raymond Dronne, entraba en la capital francesa para liberarla del yugo alemán. Todas las crónicas coinciden en señalar ese momento como el más emocionante en la historia de la vieja Lutecia. Los parisinos se echaron a la calle para jalear y agasajar a aquellos soldados que, a pesar de encontrarse exhaustos, cantaban animadamente sobre las tanquetas. Sin embargo, los entusiasmados vecinos no eran capaces de reconocer aquellos cánticos. Pronto supieron que esos hombres -emisarios de su libertad, heraldos de su marchita esperanza- no eran franceses, sino españoles. Y que en lugar de La Marsellesa, las calles recién liberadas de su ciudad estaban escuchando los versos de ¡Ay Carmela!, una canción de otra guerra, otro país y otro tiempo.


Los carros blindados también tenían nombres hispanos: Guadalajara, Belchite, Teruel, Madrid, Ebro, Brunete, que remitían a batallas claves de esa otra contienda. Y los hombres que los dirigían era valerosos y audaces. Gente que, depúes de haber perdido la guerra en España y de exiliarse, se integró en la Legión Extranjera o ejército de la Francia Libre, para la que combatieron en países como Chad o Argelia. «En su gran mayoría, no tenían espíritu militar, eran incluso antimilitaristas, pero eran magníficos soldados, guerreros valientes y experimentados», escribió_su capitán, Raymond Dronne. La mañana de la liberación, Dronne se sintió especialmente orgulloso de aquel puñado de soldados españoles. Y sonrió condescendiente cuando éstos se arrancaron con sus melodías. Muchos años después, cuando un manto de silencio y de olvido cayó sobre aquellos tipos duros como piedras (la historiografía oficial omitió el papel relevante de los españoles en la reconquista de Francia), fue Dronne quien alzó la voz para hablar de la excepcionalidad de los integrantes de La Nueve, como siempre se conoció a la compañía española.


Que Dronne fuera nombrado capitán de ese batallón no fue algo casual. Ex administrador civil en las colonias africanas (lo fue en Camerún), con una sólida formación profesional (había estudiado Derecho, Ciencias Políticas y_Periodismo), fue uno de los primeros franceses en sumarse al llamamiento de De Gaulle a la resistencia, poniéndose a las órdenes de Leclerc en Duala, la ciudad más gran de Camerún. Así, sus conocimientos del país permitieron al ejército liberador combatir con éxito en ese país africano, para continuar después haciendo lo propio en Gabón, Libia, Túnez y Argelia.


Fue en este país donde Leclerc formaría el embrión de la Segunda División Blindada y, por tanto de La Nueve. Leclerc, que consideraba a los voluntarios españoles «buenos soldados» pero que «daban miedo» a todo el mundo, pensó que Dronne sería la persona idónea para dirigirles: era un hombre valiente que había sido incluso herido en combate, un perfecto representante de la Francia Libre y, además, tenía conocimientos del español. Idioma que el entonces nombrado capitán había estudiado en su juventud, llegando incluso a tomar parte de unos cursos de verano en España. Fue en 1928, y la ciudad se llamaba Burgos. Dronne nunca olvidó esa experiencia. Por un lado, los cursos Mérimée-De Sebastián le permitieron obtener suficientes conocimientos de español para (quién se lo hubiera dicho) un día convertirse en capitán de una compañía compuesta por españoles en un momento crítico en la historia de su país; por otro, fue durante su estancia en la capital castellana cuando se enamoró de la mujer que, años más tarde, se convertiría en su esposa.


Así, poco antes del Desembarco de Normandía, Dronne, de 32 años, se puso al frente de los fieros españoles, de los que se ganó rápidamente su confianza. Desde Marruecos viajaron a Gran Bretaña para, días después, lanzarse sobre Europa. Una vez en suelo galo (junio de 1944), los hombres de La Nueve demostraron su genio en la batalla, combatiendo como titanes y capturando alemanes con efectividad. Obra suya fue la toma de Ecouché, uno de los enfrentamientos más cruentos de Normandía, donde varios voluntarios españoles -Pujol, Del Águila, Sanchez, Vidal...- perdieron la vida. París estaba cada vez más cerca. A pesar de que para los americanos su liberación no era primordial, para Leclerc tenía un alto valor simbólico.


Siempre como avanzadilla, Dronne y los españoles de La Nueve se presentaron a las puertas de París el 24 de agosto. La resistencia alemana fue difícil de sortear. Leclerc ordenó a Dronne que su compañía intentara filtrarse en la ciudad. Así fue. El capitán dividió a su batallón. El español Amado Granel, a la sazón teniente de la compañía, llegó hasta la puerta del Ayuntamiento, bastión de la Resistencia, y pidió refuerzos. No tardó en llegar la tanqueta Guadalajara, la primera en entrar en la ciudad, a la que siguieron el resto: Teruel, Ebro... A las diez de la noche ya tañían festivas todas las campanas en París.


Dronne recogería en sus memorias la alegría de los españoles esa noche: «Qué emoción para aquellos hombres, combatientes de la libertad. París era un extraordinario símbolo para ellos». Antes de dormirse, recordó siempre el capitán, les oyó cantar las últimas estrofas de ¡Ay Carmela!. Al día siguiente, en algunos barrios los combates continuaron, participando activamente en ellos los españoles. Precisamente un extremeño, Antonio Gutiérrez, un aragonés, Antonio Navarro, y un sevillano, Francisco Sánchez, rompieron el cerco de defensa alemán instalado en el Hotel Meurice, donde se hallaba el Alto Estado Mayor alemán y provocaron su rendición. Los hombres de Leclerc y Dronne hicieron 12.000 prisioneros.


De Gaulle quiso agradecer el papel de los españoles concediéndoles el honor, el día 26, de encabezar el victorioso desfile militar por los Campos Elíseos desde el Arco de Triunfo. Fue su momento de gloria. La mayor parte de los 146 españoles de La Nueve no llegaría a ver el final de la guerra, ya que morirían antes de alcanzar Berschtesgaden, la residencia alpina del Führer, el ‘Nido del Águila’.


http://www.diariodeburgos.es/noticia.cfm/Vivir/20081026/espa%C3%B1a/vida/capitan/dronne/3535746E-1A64-968D-596133DBF6B49FCB


Raymond Dronne




http://www.youtube.com/watch?v=FXiXIdGzvfE&feature=related

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