"Y recordé aquel viejo chiste, aquel del tipo que va al psiquiatra y le dice: "Doctor, mi hermano está loco, cree que es una gallina". Y el doctor responde: "¿Pues por qué no lo mete en un manicomio?". Y el tipo le dice: "Lo haría, pero necesito los huevos". Pues, eso más o menos es lo que pienso sobre las relaciones humanas, saben, son totalmente irracionales y locas y absurdas, pero que continuamos manteniéndolas porque la mayoría necesitamos los huevos." Woody Allen (Annie Hall)
jueves, 22 de julio de 2010
Adrian Mitchell - Cuentame mentiras de Vietnam
Adrian Mitchell first read his excoriating To Whom It May Concern (Tell Me Lies About Vietnam) at an anti-Vietnam protest in Trafalgar Square in 1964, and kept changing the final verse as the years passed and events demanded. He referred to this version as "the 21st century remix"; it will appear as the title poem in his new collection, Tell Me Lies, to be published by Bloodaxe Books in June 2009 (watch a video of Mitchell reading this version). Reprinted by kind permission of Bloodaxe Books and United Agents.
To Whom It May Concern Remix
Come all ye -
wartbrain psychics
with astroid sidekicks
prostate agents
and plastic Cajuns
royal doggerellas
cluster bombsellers
alternative surgeons
torturesport virgins
heavy vivisectionists
columnists, Golumnists,
priests of the beast
who are secretly policed
by highranker bankers
playing pranks with tankers
ghost advisers
death advertisers
vampire preachers
sucked-dry teachers
beheaded dead bodies
of blank-hearted squaddies
billionaire beauticians
fishing for positions
from poison politicians
with obliteration missions –
I'm alone, I'm afraid
And I need your aid
can't you see – can't you see – can't you see?
I was run over by the truth one day
Ever since the accident I've walked this way
So stick my legs in plaster
Tell me lies about Vietnam
Heard the alarm clock screaming with pain
Couldn't find myself, so I went back to sleep again
So fill my ears with silver
Stick my legs in plaster
Tell me lies about Vietnam
Every time I shut my eyes, all I see is flames
I made a marble phone-book, and I carved all the names
So coat my eyes with butter
Fill my ears with silver
Stick my legs in plaster
Tell me lies about Vietnam
I smell something burning, hope it's just my brains
They're only dropping peppermints and daisy-chains
So stuff my nose with garlic
Coat my eyes with butter
Fill my ears with silver
Stick my legs in plaster
Tell me lies about Vietnam
Where were you at the time of the crime?
Down by the Cenotaph, drinking slime
So chain my tongue with whisky
Stuff my nose with garlic
Coat my eyes with butter
Fill my ears with silver
Stick my legs in plaster
Tell me lies about Vietnam
You put your bombers in, you put your conscience out
You take the human being, and you twist it all about
So scrub my skin with women
So chain my tongue with whisky
Stuff my nose with garlic
Coat my eyes with butter
Fill my ears with silver
Stick my legs in plaster
Tell me lies about –
Iraq
Burma
Afghanistan
BAE Systems
Israel
Iran
Tell me lies Mr Bush
Tell me lies Mr Blairbrowncameron
Tell me lies about Vietnam
viernes, 2 de julio de 2010
LIBERTAD DE PRENSA
Islandia, las Caimán del periodismo
El Gobierno desarrolla una propuesta parlamentaria para blindar la ley de prensa más fuerte del mundo con el aporte de las legislaciones internacionales que más salvaguardan la información.
ÓSCAR GUTIÉRREZ 02/07/2010
Para el juez Ricardo Rodríguez, publicar en una web -que "no es un medio de comunicación social"- no merece protección constitucional. Y por eso, entre otras cosas, condenó a los periodistas de la Cadena SER Daniel Anido y Rodolfo Irago a 21 meses de cárcel. El delito: revelación de secretos vía Internet. ¿Podría haber firmado la misma pena en Reikiavik? Hoy seguro que sí, mañana será otro cantar. El Parlamento islandés, con el apoyo del actual Gobierno, ha dado luz verde a una propuesta legislativa para convertir el país en un refugio de la libre expresión. "La nueva Islandia tiene que garantizar que periodistas y público en general accedan a la información" explica en conversación telefónica la escritora y diputada islandesa Birgitta Jónsdóttir, activista en la Red y promotora de la Iniciativa Islandesa para Medios Modernos (IMMI, en sus siglas en inglés) en la que WikiLeaks, contenedor online de filtraciones hoy en alza, ha colaborado desde que fuera tan solo una mera ocurrencia.
La idea empezó a revolotear en agosto de 2009 tras cortar una orden judicial la emisión en el canal de televisión RÙV de un documento que exponía los riesgos del banco Kaupthing, diana del escándalo económico islandés. El papel llegó a WikiLeaks y su contenido subió a la Red sin freno alguno -RÙV ayudó con picardía a difundir la dirección de la página web. Este bofetón al ejercicio del periodismo, la falta de información de los ciudadanos y el estallido de una crisis si cabe inesperada alimentaron la bola de nieve que en diciembre Julian Assange y Daniel Schmitt, padres de WikiLeaks, empujaron hasta la reunión de la Icelandic Digital Freedom Society, donde parlamentarios como Jónsdóttir -en el asiento desde abril de 2009-, escritores, periodistas y activistas vislumbraron la IMMI.
"Hay muchas leyes en el mundo que protegen cada una de las cosas que proponemos -explica Jónsdottir en un inciso entre pregunta y pregunta de otros medios internacionales-, pero no hay ninguna que lo haga todo a la vez". Y ahí es donde la iniciativa coge forma: toma lo mejor de la ley sueca para blindar la confidencialidad de las fuentes; se agarra a la belga para que las comunicaciones entre fuente y reportero sean inviolables; de la noruega y estonia aprovecha el deber de hacer públicos los documentos oficiales; en Estados Unidos se inspira para proteger y premiar las filtraciones, rechazar (Nueva York y Florida) demandas por difamación de países terceros como Reino Unido, además de garantizar (California) un acceso ecuánime ante denunciantes acaudalados; y de la legislación islandesa se queda con los límites a los cortapisas previos a una publicación.
Periodismo en la distancia
"La transparencia y el acceso a la información -defiende Jónsdóttir- hará más fácil que los islandeses vuelvan a confiar". Al grano: si un reportero o un medio tiene una información sensible que no puede difundir en su país, ¿tiene que mudarse a Islandia? "Es suficiente con alojar el material que tiene en un servidor [de Internet] islandés. No hace falta viajar a Islandia para publicarlo". "La futura ley -continúa esta polifacética islandesa de 43 años- creará el escenario necesario para el periodismo de investigación, las ONG de derechos humanos y todos los que arriesgan la vida para publicar sus historias como en Rusia y China". Hasta ahí la salvaguarda del contenido, no la del periodista. Sin duda, en esos países, y en Myanmar, Sri Lanka, Corea del Norte, Irán, etc., la integridad del mensajero se escapa de las manos. El Malaysia Today es un buen ejemplo de mudanzas obligadas. Hoy trabajan desde Singapur.
Daniel Schmitt, lugarteniente de Julian Assange en WikiLeaks -hoy en el punto de mira de Washington por la filtración de cientos de documentos militares- aclara también por teléfono otro de los puntos espinosos de la propuesta: la protección ante demandas de terceros países por difamación. "Si eres un periodista en Nueva York y alguien te demanda en Londres por lo que has publicado puedes recurrir porque tu libertad de expresión ha sido atacada -legado de la primera enmienda de la Constitución estadounidense". Arthur Bright, del equipo del centro de referencia Citizen Media Law Project, no comparte este optimismo: "Haga lo que haga Islandia, no se puede cambiar al monstruo de 200 kilos que es la ley internacional. Esto es, la publicación tiene lugar donde se descarga (download) no donde se sube (upload)".
Sea como fuere, la IMMI quiere aprovechar las facilidades de un país pequeño, con un dominio natural del inglés, acceso total a la Red, una tecnología de la información puntera y un coste energético bajo (gracias a los recursos hidroeléctricos y geotérmicos) para vivir, en palabras de Jónsdóttir, "no solo un cambio financiero, sino un cambio real" del país. La diputada calcula que a partir de septiembre la propuesta, en manos ya del Ministerio de Cultura, empezará a traducirse al lenguaje legal -afecta a 13 leyes estatales y cuatro departamentos ministeriales- para entrar en vigor en un año. Y llamar por fin la atención de los ciudadanos islandeses. "Hoy -dice entre risas Jónsdóttir- no hay mucho debate en las calles. He percibido más interés fuera. Pasan muchas cosas en Islandia y la gente está aún más preocupada por el escándalo financiero". Lo acabarán leyendo en la prensa.
http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Islandia/Caiman/periodismo/elpepusoc/20100702elpepusoc_3/Tes
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